Blancanieves y el hallazgo
Cuando la reina malvada la mandó a matar, Blancanieves se lanzó a correr sin rumbo por las calles de la ciudad.
Casi sin aire y exhausta encontró la casa de los siete enanos.
La reina se había enterado de que su amante, el Príncipe Encantado, estaba casado, y nada menos que con Blancanieves.
La casa de los enanos era pequeña y estaba aislada de la civilización, igualmente Blancanieves debía entrar para ocultarse. Cuando conoció a los enanos pudo darse cuenta de que algunos eran odiosos, otros malhablados y otros amables, pero finalmente cuando les contó su historia la quisieron ayudar a cambio de que se ocupara de las tareas de la casa.
Blancanieves hizo su trabajo durante un tiempo hasta que un día , mientras lavaba los platos y miraba la televisión, vio un comercial de un producto de limpieza:
"Mujeres, no limpien mas sus pisos, dejen que los hombres lo hagan con Mr. Músculo."
Al oírlo, Blancanieves se quitó los guantes, dejó las esponja, el detergente y se tomó la tarde para ver programas de chimentos y jugar con videojuegos.
Los enanos estaban preocupados porque Blancanieves no hacía sus tareas. Decidieron preguntarle acerca de su extraño comportamiento.
-¡Blancanieves! ¿Por qué no limpias ni ordenas? ¡La casa es un desastre!
- Enanitos, - dijo ella - Aprendí que para que la casa esté en buenas condiciones todos tenemos que colaborar.
Los hombrecitos se negaron a lo que Blancanieves propuso y la amenazaron con echarla. Al ver que la situación no mejoraba, Nieves tuvo una idea. Unos días después, los cito enfrente de la televisión y les mostró el comercial de Mr. Músculo. Los enanos tuvieron una reacción impresionante, ¡Comenzaron a limpiar y a ordenar la casa!
A partir de ese momento, obligados a mirar el comercial de Mr. Músculo, todos los hombres de la ciudad comenzaron a ayudar con las tareas de la casa.
Muy bien, Vera!
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